
Otro de los libros que acompañaron mi tierna infancia, fue uno de tapa dura color verde, lo llevaba a todos lados. No recuerdo bien quién me lo regaló o cómo llegó a mis manos, el caso es que al abrirlo podía encontrar esos cuentos, un poco extraños a veces, que no siempre empezaban con el "Había una vez" pero dónde el bien terminaba venciendo al mal; y así entre arqueros, cabritos traviesos, zarevitz valientes, zares y hermosas zarinas se me pasaban las tardes en casa de mi Nana.
Recuerdo con especial cariño, el de La princesita rana, Los dos Ivanes, El sollo mago, Finish el halcón encantado, Aliónushka e Ivánushka, El caballito mago, El frío justiciero, El platillo de plata y la manzanita lozana, Iván el Ingenioso y tantos otros. Muchos de los títulos cambian según la traducción al español. Todos con grandes enseñanzas y tan entretenidos que aún después de superada la infancia sigo releyéndolos cuando tengo alguna oportunidad. El libro perdió su tapa y algunas páginas han sufrido el paso del tiempo. Sin embargo, soy feliz de poder conservarlo.
En el siguiente enlace, pueden encontrar algunos cuentos rusos, quizá no están todos los que nombré pero también resultan interesantes, de hecho, encontrar dicho enlace me animó a escribir este post.
les deseo un feliz fin de semana!