martes, 23 de febrero de 2010

Asesinos sin rostro Henning Mankell


Comencé a leer este libro, con las expectativas típicas de conocer a un nuevo autor, sumadas a las buenas recomendaciones de la crítica.

Me pareció TERRIBLEMENTE MALO! No debo decir qué leer o no, pero si buscan buena literatura y calidad narrativa, no se dirijan a este autor.

El tipo es drmaturgo, cosa que no es garantía de nada lo sé, pero uno supone que alguna- ¡al menos una!- frase poética y no trillada tiene que haber con el correr de las páginas. No obstante, no sólo nos encontramos con frases trilladas y recontra leídas a lo largo de los años, sino que encierran una pobreza narrativa, como pocas veces he leído antes.

Quizás fuese sólo el contraste que me generó venir de leer a alguien tan magistral como Murakami durante dos meses, aún no lo sé. Quizás también, y por qué no, el pobre hombre sólo quizo hacer un best- seller (de hecho lo logró) con una novela común y ordinaria, tampoco lo sé. La cuestión es que su lectura me produjo un desasosiego como hacía mucho no sentía leyendo un libro.

Para colmo de males, la historia policíaca en sí, es mediocre también. Creo que sería perdonable- en algunos casos lo es- la mala calidad literaria, si nos encontrásemos con una historia policial de esas que no se pueden para de leer ni un minuto, pero tampoco es el caso. La historia es predecible y sin sobresaltos.

Una pena, porque la saga del detective Wallander, consta con siete tomos, y éste era otro de los motivos que me acercaron a su lectura en un primer momento.

Lo incomprensible, lo aún más inexplicable que este best-seller en sí- de los cuales podemos encontrar decenas en las librerías- es que Ediciones Tusquest lo edite. Siempre creí que era una editorial de escritores serios, de la buena literatura de la que ya queda poca. Quizás ellos también necesiten un best- seller para solventarse, quizás sean tantas cosas.... pero ¿dónde quedaron la belleza y el misterio de las novelas de Stevenson o el genio narrativo de Umberto Eco?

De todos modos ¿quién soy yo para juzgar? Imagino que este libro puede llegar a entretener y a hacer feliz a un montón de personas, pero creo que si la calidad literaria sigue bajando de este modo, no habrá vuelta atrás. La gente toma lo que se le da, hay que exigir más para lograr más. No lo sé, no es mi intención ser cruel, pero necesito más Murakamis, más Saers, más Cheevers!!

3 comentarios:

Plumas dijo...

Siempre que te leo, mari, se nota la pasion en tus palabras. Esa sangre tana! jajaja

Kirenai dijo...

Es que siempre que critica se apasiona XD

Mariana Aulicino dijo...

¡Qué mal escrita está esta reseña! Por suerte los años pasan y la brutalidad también.